¿Qué saben ustedes?

Hace unos minutos atrás.... Bien, miento, me tomó solo unos segundos leerlo haha
Como escribía, estaba leyendo las quejas del hijo ilustre de mi blog, Narri
Él comentaba como una señora había dejado su andador en medio del pasillo del bus, perturbando el trayecto de las pobres almas que subían, ¡miren por donde van, Dios! ¬¬

Me puse a pensar en todas las cosas que me han sucedido en mis antiguos viajes en bus o en mi últimas idas en metro.
Para nosotras no hay nada mas incómodo que los hombres rancios, cosa que pasaré a enumerar ahora:


1. En la hora pico del metro, te subes muerta de cansada y lo único que quieres es sentarte, aunque sea en el piso, pero hay veces en que, desafortunadamente, ni a eso puedes optar. Visualizas donde parará el dichoso tren y cuando lo hace en donde estás y miras que queda algo de espacio, bendices al universo por tu buena suerte hasta que...
las puertas se abren y justo un para nada caballeroso bicharraco te empuja en el momento que estiras tu mano para afirmarte ¬¬
Por culpa de su falta de educación, debes ir en mitad del pasillo, poco menos que surfeando las curvas en las que dobla el jodido tren T_T


2. El bus de acercamiento del metro se te pasa y justo era el que estaba entre el: "Si lo tomo, llego a la hora; si no lo hago, estoy muerta"
Por desesperación, debes caminar un poco para tomar el bus. Como es buena hora, sabes que cuando pasa por tu ciudad aun quedan asientos disponibles. Pero dos ciudades más allá, se llena completamente. Con tu buena suerte, te toca el asiento del pasillo y justo un hombre al que, por apariencias, parece que le han cortado el agua, no encuentra nada mejor que presionar sus miserias en tu hombro. Pobre de él, que no supo que lo estaba haciendo con la persona de más mal carácter del mundo.


3. De nuevo viene el metro lleno, acabas de comer y para tu bendición, andas en tus días. Y cómo la nube negra te persigue, se coloca a tu lado un hombre alto, que estira su rollizo brazo sobre tu cara... ¡Horror! Se ha olvidado su desodorante en casa ¬¬
Debes hacer un enorme esfuerzo por no vomitar y lo maldices todo el camino por su falta de higiene y por su mal tino por irse de copas antes de regresar a donde diablos vaya, aumentando tus naúseas en mayor grado.


4. La típica: El hombre manilarga. Afortunadamente, por mi falta de culo, no me sucede hahaha Así que esta clase de hombre se salva conmigo. Afortunado seas, bicharraco, porque no te agradaría conocer mis puños ^^




The End.


Pablete siempre me da que pensar y como me gusta llevarle la contra, aquí está la entrada que le echa por tierra todas sus gruñonas palabras contra la pobre señora que olvidando sus penas decidió conversar con otro ser humano, dejando al descuido y peligro del populacho, su andadera.


Pero mi parte de prevencionista de riesgos le dice: Mal hecho, señora, mal hecho haha