martes, 27 de marzo de 2012

El día de hoy soy lesbiana

"Ante todo, la tolerancia es una actitud activa de reconocimiento de los derechos humanos universales y las libertades fundamentales de los demás." 


Los pocos que en verdad leen mis entradas se estarán preguntando si es verdad lo que dice mi título. Supongo que Narry se estará azotando contra la pared lamentándose, sólo le digo que tome aire ¬

Hace unas cuantas horas atrás murió Daniel Zamudio y no puedo irme a dormir sin dedicarle de corazón esta entrada. Por eso este día decidí unirme a la minoría, aquellos que considero mis iguales, porque tengo amigos como ellos, los que me han acogido cuando los que se dicen mejores que el resto, me han rechazado por el hecho de  lucir "diferente", por tener asperger.

Este niño fue atacado brutalmente sólo por ser gay, sólo por haber tenido la desgracia de cruzar su camino con el de aquellos miedosos, intolerantes y  carentes de compasión. Ellos sólo me dan pena, son unos pobres hombres que no saben nada de la vida, del compañerismo, de la alegría que es tener esa calidez que compartimos a diario los que si podemos llamarnos orgullosamente humanos.

El día de hoy Daniel no se muere porque seguirá vivo mientras lo recordemos y sobre todo, mientras les enseñemos a nuestros niños a no tratarnos como basura sólo por decidir un camino distinto a lo que la sociedad espera, a lo que las iglesias siguen pregonando en estos días y que seguirán haciendo por siglos, seguramente.
Un monseñor que puede visitar a un  cura violador, pero no a un chico como Daniel es el sinónimo de todo lo que debemos despreciar y detener. Esa clase de normas y conducta, no nos llevarán a la unidad, sino que nos separarán cada vez más y por una parte, estoy agradecida de no estrechar la mano de personas ultra moralistas, que curiosamente, poseen una moral bastante dudosa.

Por otra parte, sigue pareciéndome irrisorio que en mi país existan personas que sigan la ideología Nazi, pero no me extenderé en ello, no entran balas en ese tipo de mentes.


Nací heterosexual, extraña, hablo sola en voz alta, no miro a la gente a los ojos, hago gestos cuando estoy demasiado pensativa, no me gustan los abrazos, mucho menos que gente extraña me toque, me pongo retraída cuando no puedo entender mis emociones, ¿Vendrá alguien más a atacarme sólo por no entenderme?
No lo sé, nadie está libre. Sólo queda esperar que esto no vuelva a suceder y que ahora nuestro amigo de espíritu tenga un dulce descanso

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