Capítulo II
Holly no se perdía las miradas sospechosas de Adam y Ethan cuando volvió a aparecer en la cocina a la hora del almuerzo. Esas miradas cuestionadoras volvieron a hacerles fruncir el ceño cuando Ryan caminó detrás de ella, con una sonrisa de satisfacción curvando sus labios.
Ellos siguieron frunciéndole el ceño toda la comida, hasta que finalmente Ryan se disculpó, murmurando algo acerca de la comprobación de los caballos. Holly sonrió y miró hacia abajo para que los demás no vieran su reacción.
-Yo voy a ir a tomar una ducha- murmuró Ethan mientras sacaba su plato.
Adam enseguida retiró su comida, mirando por encima a Holly de vez en cuando. Ella esperó por unos minutos hasta que Ethan se hubo parado antes de guardar con indiferencia su plato.
Evitó la mirada de Adam y se dirigió hacia el cuarto de baño.
Los espejos no se empañaron cuando se resbaló. El sonido de la lluvia se hizo eco en el gran cuarto de baño, y ella pudo sentir el frío de la espuma clara a través de la habitación. Reprimió una sonrisa. Una ducha de agua fría no haría ningún bien a Ethan, una vez que saliera y se la encontrara desnuda y esperando.
Se quitó la ropa y tiró los pantalones y la camisa a un lado. El agua se cortó, entonces Ethan salió de la ducha, alcanzando una toalla del colgador. Todavía no la había visto, y ella aprovechó el ángulo de sorpresa.
Sin hacer ruido, cortó la distancia entre ellos y estiró la mano para acariciar su culo. Se puso tenso, mientras deslizaba su brazo alrededor de sus caderas, por la inmersión en la ingle.
Su polla se hinchaba en su mano, y ella sonrió.
Él se quejó en voz baja. – No estás jugando limpio, muñeca.
Ella le dio un beso en el centro de la espalda, mordisqueando por el camino de su columna vertebral. - Ni tú.
Se estremeció contra sus labios y se dio la vuelta para mirarla de frente, sosteniendo la toalla sobre su ingle. Le tomó el rostro con una mano y se inclinó para besarla. Ella sabía de qué se trataba. Un cepillo.
Al diablo con eso.
Tiró la toalla y tomó su erección en sus manos, con valentía deslizó los dedos sobre la longitud.
Le dedicó una severa mirada.
-Te voy a dar las mismas dos opciones que le ofrecí a Ryan. Puedes darlo como un buen chico o sufrir la ira de una mujer embarazada hormonal.
Él contuvo el aliento y la sostuvo, luego soltó una maldición. -Yo sabía que ese imbécil se había derrumbado.
Ella sonrió con malicia. - Al igual que tú lo harás.
Él arqueó una ceja, después su expresión se suavizó.
-Muñeca, no quiero hacerte daño o a nuestro bebé. Estás cansada. Agotada. De ninguna manera estoy poniéndote exigencias. Puedo esperar.
Ella se levantó en puntillas y lo besó. - Pero yo no puedo.
Él la miró, la indecisión arrugando su frente. Luego ella se tiró a matar.
- Por favor.
Cerró los ojos, y ella supo que había ganado. ¿Manipuladora? Probablemente, más ella no iba a perder el tiempo sintiéndose culpable cuando los tres estaban albergando temores equivocados por herirla.
Él la tomó en sus brazos, la besó profundamente. Ella gimió cuando se derritió en su cuerpo. Necesitaba esto, lo quería, anhelantemente.
-No te voy a follar en el mostrador del baño otra vez - murmuró mientras suavemente la levantaba.
Ella se rió mientras la llevaba al dormitorio.
***
Holly salió fuera de la puerta de la cocina y cerró los ojos mientras la brisa soplaba sobre ella. Se sintió vigorizada. La fatiga que había caído tan pesada sobre ella en las últimas semanas, se había disipado y en su lugar, una energía renovada se había apoderado. Se sintió más ligera, más libre, y había dormido maravillosamente las últimas dos noches después de que había asaltado a Ryan y a Ethan.
Adam... bueno, era otra historia. La había evitado durante los últimos dos días. No estaba tan segura del por qué, hubiera herido sus sentimientos, pero ella sabía por qué estaba huyendo, más no podía esconderse de ella para siempre.
Lo encontró en el establo limpiando uno de los puestos. Se quedó mirándolo, sin camisa, los músculos abultados mientras trabajaba.
Después de unos momentos, se dio la vuelta como si percibiera su presencia. La preocupación aumentó el ceño y se acercó a donde estaba.
-Cariño, ¿Está todo bien?
Ella sonrió y asintió con la cabeza.
Él frunció el ceño. - No deberías estar aquí, sino estar dentro en reposo.
Había más énfasis en la parte del descanso. Estaba casi acusatorio en su tono de voz ya que sabía muy bien que había hecho el amor con Ryan y Ethan.
-Yo quería un poco de aire fresco, y honestamente, Adam, te preocupas demasiado. Estoy bien. Me siento muy bien.
Él la tomó en sus brazos y la abrazó por un momento largo. Su corazón latía contra su mejilla y ella se apretó más en su abrazo.
Deslizó una mano por el bulto de mezclilla cubierto entre sus piernas. Retrocedió a toda prisa, separándose de ella.
Sus ojos verdes brillaron. - Sólo porque tienes esas dos cabezas de chorlito envueltas alrededor de tu dedo meñique no quiere decir que vayas a llegar a ninguna parte conmigo.
Ella arqueó una ceja. -¿Estás diciendo que no tengo que envolverte alrededor de mi dedo?
Él frunció el entrecejo. -Sabes muy bien que te daría la luna si lo pidieras.
-Entonces, haz el amor conmigo- Dijo en voz baja. -No quiero la luna. Te quiero a ti.
Suspiró y meneó la cabeza. - Cariño, no puedo. No me preguntes esto, por favor. Yo no puedo contenerme. Voy a hacerte daño y eso me mataría. Tú me conoces. Soy áspero, exigente. Es mejor si esperamos hasta después que nazca el bebé.
-Mierda.
Su cabeza se crispó de sorpresa. -¿Cómo dices?
-Tonterías - repitió. Cruzó los brazos sobre su pecho y golpeó el pie en señal de irritación. -Eso es una mierda y tú lo sabes. Nunca me has lastimado. Nunca has hecho nada que no te pida.
Él la miró con la boca abierta por el shock.
Se dio la vuelta bruscamente con un agravante uff y salió de la granja. El hombre era exasperante. Uno podría pensar que ella le había pedido donar un riñón, aunque probablemente habría estado de acuerdo con eso. Pero, ¿Le preguntaba por el sexo? Y el mundo llegaba a su fin. ¿Se suponía que los hombres vivían, respiraban y soñaban con el sexo las veinticuatro horas del día? Era evidente que nadie había compartido ese pequeño dato de información con Adam.
***
Ella todavía estaba en un ataque de ira y exasperación treinta minutos después, cuando pasó por toda la cocina, abusando de los platos. Aún no sabía cocinar algo que mereciera la pena, pero al menos había dominado el aspecto de la limpieza.
Estaba atacando a la pileta con una almohadilla de Brillo cuando unos calientes brazos se envolvieron a su alrededor y una boca acariciaba su cuello.
-¿Adam no coopera con tu plan de seducción loco? - Murmuró Ryan contra su oído.
Ella suspiró y se recostó en sus brazos. -Es un dolor rígido en mi culo - se quejó - Y en lo que a mí respecta, puede dormir en el sofá esta noche.
Ryan se rió y le dio la vuelta en sus brazos. - Le cortó un poco de holgura. Ya sabes cómo es cuando se le mete una idea en la cabeza.
-Es una idea estúpida-
Ryan la apretó contra él y apoyó la barbilla en su cabeza. -No es fácil. Nunca ha sido fácil, pero esto es tan duro para él, ya que estás tú. Es como un oso con una espina en la pata.
Holly se apartó y se quedó mirando a Ryan. - ¡Pero él no tiene que ser así! Eso es lo que me irrita a un alto extremo. Está siendo todo abnegación y ¿Para qué? Él no es feliz, yo no soy feliz.
- ¿Un masaje en los pies te hace feliz?
Ella detuvo su perorata. - ¿Masaje en los pies?
Él sonrió. - Si entras en la sala de estar, te voy a dar el mejor masaje de pies que has tenido.
Ella le agarró la mano y tiró de él a través de la cocina. Siguió todo el camino, riendo.
una esposa violando a sus esposo eso si esta buenisisisisisimo!!!
ResponderEliminarLeti
hahahaha Y luego dices que no eres pervertida :p
ResponderEliminaroye eso no es ser pervertida es tener una imaginacion mas alla de lo que permiten las reglas sociales leti
ResponderEliminar:O Algo parecido le puse a una de mis mejores amigas en el face hahahaha :p
ResponderEliminar"No tengo la mente sucia, tengo una imaginacion amplia" Veo que somos de la misma idea; yo sólo bromeaba al llamarte así ^^