martes, 18 de febrero de 2014

La amargura te abandona sin aviso


Dicen que el amor lo cambia todo... 

Partiré señalando que es algo de lo que me he reído hasta la saciedad, pero así como pude escupir con valentía hacia el cielo, ahora me encuentro sentada sin idea de cual de los caminos que tomé me llevó a sentir de este modo. Y además, como fue que no noté que mis emociones por mi querido amigo se transformaron.

A todos les ha pasado, ya lo sé, lo que me aturde es que soy yo... la chica sin sentimientos y fría como iceberg.

Lo mejor es que, siendo reticente a revelar mis emociones en lo diario, pude decirle lo que siento. Y verán, no fue una forma romántica, avergonzada, sino a mi estilo, o sea, salió de la nada, de forma bruta, sin consideración alguna, digno de una tsundere (para los que no saben, es el tipo de personalidad brusca, borde, como dicen los españoles, pero buena en el fondo).

Este último tiempo he madurado a montones y la historia, cada vez más indulgente, me enseña que no es tarde para dar un paso gigante ni para querer ser una mejor persona, íntegra, que olvida su amargura y desconfianza, dejando atrás sus recuerdos, a la gente que la hirió, que fingió ser su amiga y no lo fue.

Hoy doy paso a una mujer más feliz, que disfruta el despertar y el haber conseguido amigos tan valiosos, que cada día me enseñan una nueva lección y la de hace unas semanas fue, parafraseando:

"Tu derecho de amar también es el derecho de otro a hacerlo"

Y por último, me afirmo a las palabras de Erich Fromm, que aparecen en su libro: "El arte de amar":

"Amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar, no en la  

propia capacidad de amar..." 

Saludos desde... no puedo poner dónde estoy...

2 comentarios:

  1. A veces uno olvida como hacerlo por esperar eternamente. Olvida como creer en la magia de que ocurra simultáneamente en ambas partes: la de uno y la otra. Con tamaña incertidumbre agravada por la forma de comunicación de hoy, es difícil conectarse con alguien como ocurría en el pasado…

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  2. Sí, lo es, sin duda alguna (en referencia a la forma de comunicación actual).

    Pienso que la tecnología te ayuda en partes fundamentales de tu vida, pero no para crear una conexión con otro ser humano (quizá conectar ideas, a lo sumo).
    Un teléfono me sirve para hablar, una webcam para ver y hablar con una persona, pero lo que me gusta es charlar mirando a mi interlocutor, estar cerca de él/ella y eso se está perdiendo. Existen emoticones para expresar un sentimiento y considero que esa clase de detalles nos puede robotizar.

    ¿Cómo se lleva mejor la vida? ¿Me oculto tras la pantalla o decido salir?
    Ambas situaciones pueden implicar el no conectar realmente, ¿no crees? Uno no puede tener la certeza de crear un cambio y eso me lleva a un enredo mental, así que parto.

    Gracias por comentar.

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