Leticia, al fin terminé mi deuda contigo haha
¿No te parece fabuloso? Ahora sabrás que aunque tarde, cumplo con mis compromisos y eso me devuelve el alma al cuerpo :p
Si necesitas algo más, dime y yo lo haré.
Capítulo V
Ryan se sentó detrás de Holly, sus brazos rodeándola, las manos descansando sobre su vientre. Holly se recostó en su
pecho con la espalda apoyada en su
pelvis. Él movió una mano para empujarle el pelo de la cara mientras otra
contracción se apoderaba de su cuerpo.
Ella se estremeció en sus brazos, y eso era todo lo que no podía permitir, que el miedo
eclipsara a todo lo demás.
Cuando él había regresado a la casa después de haber ejercitado a los caballos,
no había sido capaz de encontrarla en ninguna parte. En ese momento, toda
una serie de escenarios terroríficos pasaron por su mente. Locas, ideas
locas, pero que lo habían asustado, no obstante.
Su ex marido se había escapado de la cárcel o tal vez, había contratado a otra
persona para matarla.
Atrajo los recuerdos de la noche que había permanecido indefenso en el suelo,
mientras que Holly lo había sostenido. Su incapacidad para salvarla, el
hecho de que él le había fallado cuando más lo necesitaba.
Cerró los ojos y enterró sus labios en su pelo. El aguijón de lágrimas le quemó los párpados, y respiró hondo para
tratar de mantener el control de sus emociones. No se derrumbaría. No
ahora. No cuando ella lo necesitaba para ser fuerte. Él no le iba a
fallar otra vez.
-Respira, cariño. Respira
profundamente. Eso es todo – la animó Adam.
Adam se
colocó entre sus piernas mientras Ethan se cernía sobre su hombro.
-Oh, Dios mío, me duele- gritaba.
Su espalda se arqueó y Ryan pudo sentir la tensión
en su cuerpo, como una banda elástica a pleno rendimiento.
-Estás coronando, cariño. Ya casi estamos
allí. Cierra la boca. Respira por la nariz y luego, bota y puja. Puja largamente. Vamos a
ver a nuestro bebé.
Bajo la dirección calmada de Adam, ella se
tranquilizó. Ryan pudo sentir su succión en una respiración profunda.
-Eso es todo, amor - le susurró al oído Ryan.
Las manos de Ryan sostuvieron el
vientre, tratando de infundirle su fuerza dentro de ella.
-¡Eso es! -Dijo Adam con voz
emocionada. -Vamos, nena, puja una vez más. Puedes hacerlo.
Un chirrido agónico salió de la garganta de Holly
y Ryan sintió dolor por ella. Le dolía. Sentía su esfuerzo, lo vivía con ella. Dios, le
gustaría poder cargar con su dolor. Haría cualquier cosa porque no sufriera así.
-¡Aaaah!
-Está bien, descansa un minuto- la instó Adam. – La cabeza está afuera. Esa
es la parte difícil. Permítanme succionar y después, vamos a trabajar para
conseguir que nuestro bebé siga el resto del camino hasta aquí.
Ryan miró hacia abajo para ver una amplia sonrisa en la cara de su hermano mayor. Detrás de
él, Ethan se levantó, su rostro iluminado de admiración, por el asombro.
-Tengo que pujar de nuevo, Adam.
Había pánico en su voz, como si ella no estuviera
muy segura de lo que debería estar haciendo. Ryan le besó el pelo y le
frotó el vientre con las manos, con ganas de hacer algo que le ofreciera comodidad.
Adam se acercó y apretó una de sus manos. -Ve y puja, cariño. Puja
una vez más y vamos a lograrlo.
Holly arqueó la espalda una vez más y tensó todos los músculos de su cuerpo. Luego
se relajó, al igual que un globo marchita. Ella volvió a caer en sus
brazos, como un fideo. Respiraba entrecortadamente, su pecho subía y
bajaba por el esfuerzo.
Ryan miró hacia abajo una vez más y miró a los ojos a su hermano.
-Es un niño-
susurró Adam. - ¡Tenemos un hijo!
Una lágrima rodó por la mejilla de Ryan y se
apresuró a encogerse de hombros y limpiarse como si se quitara una basura de su
ojo.
Ethan llenó el lugar y se retorció, mientras Adam le
entregaba algo resbaladizo.
-¿Puedes
hacerte cargo del cordón umbilical?
- Le preguntó Adam. -Voy a tener que asegurarme de que expulse la
placenta.
Ethan fue reverentemente hacia el bebé llorón, las lágrimas brillaban en sus ojos
también. Los tres hermanos intercambiaron miradas, sus ojos llenos de
emoción. Ryan le apretó en sus brazos, la fiebre del amor que sentía por ella
era tan fuerte que era todo lo que podía
hacer para contenerse.
Ethan cortó y ató el cordón, después envolvió en una manta al bebé. Se
acercó y suavemente depositó el bulto en
los brazos extendidos de Holly.
Ryan obtuvo el primer vistazo de su
hijo. Holly lo acunó en sus brazos, sus dedos ligeramente exploraban su
carita y sus dedos.
-Es hermoso- susurró, su voz cargada de emoción.
Ryan se sentó allí, sosteniendo a los dos en sus
brazos. Tomó todo lo que importaba allí mismo, cerca de él, contra su
corazón. Otra lágrima rodó por su mejilla, y esta vez, no la limpió.
-Te quiero- se atragantó sobre su
cabello.
Ethan se inclinó para besar a Holly, entonces bajó la cabeza para besar
la frente del bebé. –Gracias - le susurró Ethan. - Él es
absolutamente hermoso.
Holly
volvió el rostro hacia él y hacia
Ethan. -¿No es cómo esperabas?
Dio la vuelta al bebé en su pecho, le ofreció su
pezón. Después de unos momentos enraizando y acariciando al bebé, Holly consiguió su cometido. Pronto
estaba felizmente alimentado.
Sonaron pasos en la sala y un segundo después la partera
entró. Ella apareció en escena y después le dijo a Holly. -Bueno, yo diría
que todos lo hicieron muy bien sin mí.
Ella se movió más y tomó el control de
la situación. Alejó a los hombres, dando a cada uno una
tarea diferente, asegurándoles que podrían volver tan pronto
como hubiese tenido la oportunidad de limpiar a la madre y al bebé.
Capítulo VI
Holly yacía en una cama limpia, con una bata limpia y su bebé en sus
brazos. La partera la había mimado,
limpiándola a ella y al bebé y
controlado que ambos estuviesen perfectamente.
Se sentía cansada. Exhausta, de verdad. La partera había envuelto su
tobillo, y le advirtió que se quedara
acostada por varios días. No es que Holly planeara salir de la cama
pronto. Ella podría dormir durante una semana.
Pero nunca había sido más feliz que en ese momento.
La partera salió, diciendo que pasaría a ver cómo estaban ella y el bebé al día
siguiente. Inmediatamente después, los chicos fueron a ver a Holly.
Rodearon la cama, estando a su lado, pero
teniendo cuidado de no empujarla.
Miraron con asombro a su bebé, cada uno tomando turnos para tocar su mejilla o
sus deditos.
-Es hermoso - susurró Ethan reverentemente.
Ryan pasó un brazo por sus hombros y la abrazó
contra él. -¿Estás bien? ¿Cómo
te estás sintiendo?
-Sí, cariño, ¿Cómo te sientes?- Le preguntó Adam, con la preocupación oscureciendo sus ojos.
Su pecho se apretó. Las lágrimas nadaron en
sus ojos mientras veía la escena que tenía delante. -Estoy bien - se
atragantó. -Nunca he estado mejor.- Y era la verdad. ¿Cómo es que en su vida, hasta ese momento, no se había sentido mejor?
Nada sería tan perfecto otra vez.
Esta imagen se conservaría para siempre en su
memoria. Tan asustada como ella había estado, ahora que todo había
terminado, no podía imaginar un mejor desenlace. Sin un ambiente hospitalario estéril. Sin
extraños que trajeran a su hijo al mundo. Sólo los hombres a los que amaba
más que a la vida. En la forma en que debería ser.
Miró a Ryan, que todavía estaba estudiando al bebé con una expresión similar a
la del rapto. -¿Quieres cogerlo? Eres el único que aun no lo ha hecho.
-Me encantaría- dijo con voz ronca.
Levantó el bulto, y abrió sus
grandes manos en torno al pequeño bebé. Lo acunó en su pecho y miró con
fascinación como su hijo abría los ojos.
-¿Vamos a ponerle el nombre? - Preguntó Ethan.
-Seth - dijo Holly. -Me gusta el nombre
Seth.
-Seth Colter. Es un buen nombre - dijo Adam,
con los ojos ablandándose cuando se encontraron con los de Holly. -Gracias.
Ella ladeó la
cabeza, sonriéndole. -¿Por qué?
- Por nuestro hijo, por amarnos. Por
comprendernos - replicó él.
Se le hizo un nudo en la garganta, y por un
momento, no podría haber hablado si así lo hubiese querido. Luchó para procesar
la oleada de emoción que se afirmó y creció dentro de ella.
De repente, era demasiado y no era suficiente, todo al mismo tiempo.
Estaba a salvo, era muy querida, amaba con todo
su corazón. Ella estaba en casa.
Ey el que hayas terninado no quiere decir que te deshiciste de mi ehhhhhhhh y me alegra que recuperaras el alma... exagerada!!!
ResponderEliminary si te tomo la palabra.. ya se en que tevoy a molestar pero primero que nada GRACIAS!!! por tus madrugadas y tu ciberamistad... Leti
:O Pero si no impliqué eso en mis palabras ¬¬
ResponderEliminarjajajaja Si ya reconociste un aspecto importante de mi personalidad, estamos bien. Me encanta la tragedia y en exagerar, soy la reina :p
No molestas para nada, ni tú ni nadie, la verdad =)
Ya te mencioné que los que me hacen un bien son ustedes, me agrada conocer gente que si vale la pena, eso se agradece siempre, Leti, de verdad y si de gracias hablamos, pensemos en que las gracias son las que nos adornan, así que estamos en paz :p