¡El último Janita! ^^
Gracias por darme un motivo para distraer mi mente en estos momentos feos de mi vida y te prometo que cuando salgan los otros, te los dejaré por igual.
Sin ustedes me iría a la mierda (algo así como la situación de mi equipo hahahaha aunque yo jugaría mejor ¬¬ ), son mi cable a tierra....
En verdad, conseguí encontrar a personas que no juzgan y que saben ver qué hay detrás de mi coraza de hierro. Aunque, ¡Vamos! Ni una vez admitiré ser tierna hahahaha ¡Eso no!
Te quiero Janita, cuídate y sigo creyendo que tu bebé hizo que ganaran hahaha Cuídate ^^
Pd0: Compren el libro si sale en español ¬¬
Pd1: Aunque no sepa nada más de la Clare, me reí mucho con Magnus :p
1962
Magnus se paseaba por las
calles de Cuzco, mientras pasaba por el convento de La Merced y bajaba por la calle Mantas oyó la voz de un
hombre. Lo primero que él notó fue la voz nasal, lo siguiente que notó fue que
estaba hablando inglés.
-No me importa lo que digas,
Kitty. Yo sostengo que podríamos haber conseguido un autobús hacia Machu Picchu.
-Geoffrey, no hay autobuses a
Machu Picchu desde Nueva York.
-Bueno, en realidad- dijo Geoffrey
después de una pausa. -Si la National Geographic Society se va a poner en un
lugar infeliz en su trabajo; puede ser que al menos hayan organizado un
autobús.
Magnus fue capaz de
detectarlos entonces abriéndose camino a través de los arcos que se alineaban
en la calle una vez que estuvo más allá de la torre del campanario. Geoffrey
tenía la nariz de un hombre que nunca se callaba. Se estaba pelando en el calor
del sol y el aire árido, y los bordes de los una vez nítidos pantalones blancos
se estaban marchitando como una triste flor muriéndose.
-Otra cosa aquí son los
indígenas- dijo Geoffrey- Tenía la esperanza de que podríamos conseguir algunas
fotos decentes, esperaba que fueran mucho más coloridos, ¿sabes?
-Es casi como que ellos no
están aquí para su entretenimiento- dijo Magnus en español.
Kitty dio una vuelta al oír el
sonido, y Magnus vio una pequeña cara burlona y el pelo rojo rizado debajo del
ala de un sombrero de paja muy grande. Sus labios se arrugaron también.
Geoffrey se volvió cuando ella
lo hizo.
-Oh, bien capturado, anciana-
dijo- Ahora, él es lo que yo llamo ‘colorido’
Eso era cierto. Magnus llevaba
más de una docena de pañuelos, todos en diferentes colores y cuidadosamente vestido
para arremolinarse a su alrededor como un arco iris fantástico. Sin embargo, él
no estaba muy impresionado por la capacidad de observación de Geoffrey, como
Geoffrey aparentemente incapaz de imaginar que cualquier persona de piel
morena, posiblemente, podría ser un visitante como él.
-Digo, amigo, ¿quieres tomar
una foto?-preguntó Geoffrey.
-Eres un idiota- le dijo
Magnus sonriendo alegremente.
Magnus estaba hablando en
español. Kitty se atragantó con una carcajada y la convirtió en una tos.
-¡Pregúntale, Kitty!- Dijo
Geoffrey, con el aire de alguien que ordenaba a un perro hacer un truco.
-Me disculpo por él- dijo en
español entrecortado.
Magnus sonrió y le ofreció el
brazo con un floreo. Kitty saltó las losas, usadas tan suave por el tiempo que
la piedra era como el agua, y se apoderó de su brazo.
-Oh, encantador, encantador. A
madre le encantaría ver estas fotos- dijo Geoffrey con entusiasmo.
-¿Cómo se pasa el día con él?-Preguntó
Magnus.
Kitty y Magnus brillaban como actores, dentudos, extáticos, y totalmente
sinceros.
-Con un poco de dificultad.
-Permíteme ofrecer una
propuesta alternativa- dijo Magnus entre los dientes cerrados de su sonrisa.
-Huye conmigo, ahora mismo. Va a ser la aventura más increíble, te lo prometo.
Kitty lo observó fijamente.
Geoffrey se dio la vuelta, en busca de alguien que pudiera tomar fotos de todos
ellos juntos. A espaldas de Geoffrey, Magnus vio que Kitty comenzaba lentamente
y con deleite, a sonreír.
-Oh, está bien. ¿Por qué no?
-Excelente- dijo Magnus.
Se dio la vuelta y cogió su
mano y se echaron a correr, riendo juntos por la calle soleada.
-¡Será mejor que nos vayamos muy
rápido! -Gritó Kitty con voz entrecortada mientras corrían- ¡Él va a notar muy
pronto que me robé su reloj!
Magnus parpadeó.
-¿Perdón?
Se oyó un ruido detrás de
ellos. Sonaba como un preocupante alboroto. Magnus estaba, a través de casi
cualquier culpa suya, poco familiarizado con el sonido de la policía convocada
y también de los sonidos de una persecución.
Empujó a Kitty hacia un
callejón. Ella seguía riendo y soltando los botones de su blusa.
-Probablemente les llevará un
poco más- murmuró, los botones de perlas de la madre fueron suficientes para
mostrar una riqueza repentina de destello de esmeraldas y rubíes- para darse cuenta
de que también me robé todas las joyas de su madre.
Ella regaló a Magnus una
pequeña sonrisa descarada. Magnus se echó a reír.
-¿Te has encontrado con muchos
hombres ricos insoportables?
-Y sus madres- dijo
Kitty-Probablemente podría haberlos timado por toda la fortuna de la familia, o
al menos la plata, pero un hombre guapo me pidió que huyera con él, y pensé,
¡Qué demonios!
El sonido de la persecución
estaba más cerca.
-Vas a estar muy feliz por
haberlo hecho- le dijo Magnus- Desde que me mostró las tuyas, creo que es justo
que te muestre las mías.
Chasqueó los dedos y asegurándose
de hacer chispas azules para impresionar a la dama. Kitty era lo
suficientemente inteligente como para darse cuenta de lo que estaba pasando,
tan pronto como uno de los primeros perseguidores miró por el callejón y siguió
corriendo.
-No nos pueden ver- suspiró
ella- Nos convertiste en invisibles.
Magnus arqueó las cejas e hizo
un gesto de presentación. -Como puedes ver- dijo –y ellos no.
Magnus había visto seres
humanos sorprendidos y asustados y asombrados por su poder; Kitty se arrojó en
sus brazos.
-Dime, apuesto extraño- dijo
ella-¿Cómo te sentirías acerca de una vida de crimen mágico?
-Suena como una aventura,-
dijo Magnus- pero prométeme algo; promete que siempre vamos a robar a los
irritantes y gastaremos el dinero en alcohol y baratijas inútiles.
Kitty le dio un beso en la boca-
Lo juro.
Se enamoraron, ni siquiera por
un curso de vida mortal, salvo para un mortal verano, un verano riendo, corriendo
y siendo buscados por la ley en varios países.
Al final, el recuerdo favorito
de Magnus de ese verano fue una imagen que nunca había visto: la última imagen
en la cámara de Geoffrey, de un hombre trayendo colores brillantes y una mujer
escondiéndolos debajo de una blusa blanca, ambos sonriendo porque sabían que
era una broma que él no compartía.
Magnus giró repentinamente
hacia una vida de crimen; sorprendentemente suficiente, más no era tampoco la
razón por la que fue expulsado de Perú. El Consejo Superior de brujos peruanos
se reunió en secreto y envió una carta a
Magnus varios meses después de anunciar que había sido expulsado de Perú bajo
pena de muerte, por "crímenes abominables."
A pesar de sus
investigaciones, nunca recibió una respuesta a la cuestión del por qué había
sido expulsado. Hasta el día de hoy lo que fuese que en realidad había
promovido su prohibición de entrar a Perú es, y tal vez, siempre seguirá siendo
un misterio.
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