viernes, 23 de agosto de 2013

Susurro del viento

Al parecer, el desierto y yo estamos unidos por cordón umbilical.

Esa magia hermosa que encontré en ese sitio viene por mí seductora con su pócima vaporosa, así que no pude rechazar el volver.

Partiré en Octubre, si llego a negociar con éxito por el beneficio de mi comodidad; volver a casa me hizo adquirir las mañas de un gordo y melenudo gato de chalet.

Sólo espero aguantar y marcharme a mi anhelado curso de italiano en Roma. Tres meses y lograré reunir lo suficiente, y un mes más para los gastos. Estoy aburrida de mirar el folleto y no poder descargar la forma :(
Quizás no me guste mi profesión, pero tiene sus ventajas, aunque deteste a mis colegas arrogantes.

La vida me trae cosas gratas a cada segundo, y agradezco el desprenderme de lo dañino y poder renovar mis energías. Disfruto de la vida más y eso me vuelve un poquitín más sociable. Gritando a lo Violeta: ¡Gracias a la vida!, y agregaré: gracias por entregarme esta sorpresa que cayó del cielo. Y justo cuando mi mejor amiga me auguraba que el destino al fin me llevaría a puerto seguro. 

PD: Saludos para ti, María Gracia, si llegas a pasar por acá. Deseo que tu búsqueda haya finalizado al igual que la mía. Cariños desde este rinconcito chileno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario